La platja

AVISO: Todo lo que se cuenta en esta entrada es verídico. Nada de la imaginación de la loca ésta.

AVISO2: Este post contiene grandes dosis de sarcasmo. Disfrútelas.

Ayer estaba tan tranquila en una playa de Alicante, disfrutando de las vacaciones que me quedan. El agua estaba tranquila, aunque un poco caliente (es lo que tiene las playas del Mediterráneo).

Me había metido ya en el agua con mi padre y mi hermano (el más) pequeño cuando alguien nos salpicó. No le di mayor importancia, yo también habré salpicado sin querer a alguien alguna vez.

Pero es que quién fuese no paraba de salpicar, me di la vuelta y vi que eran unos niñatos, que se estaban riendo. Estaban nadando de un lado a otro, haciendo carreras. Pero cualquiera con un poco de vista se hubiese dado cuenta de que salpicaban aposta.

                                  Si te fijas bien, podrás ver a los niñatos y a Wally.

Y ahora, me dirás: Bueno, es una broma, están jugando, blablabla.

Coño, es que están jugando a salpicarme a mí y a mi familia.

Y volvieron a hacer una carrera los niños. Pasaron por en medio de dónde estábamos nosotros tres. Y hasta tuve que apartarme.

En ese momento miles de insultos vinieron a mi mente, el más flojo fue "anormal".

Al terminar de salpicar se pusieron a hablar (al parecer, joder a la gente les cansa mucho) y lo primero que me vino a la mente fue:

"Catalanes".

Es verdad que también podían ser valencianos, sería más normal, al fin y al cabo, estaba en Alicante.

Pero una vez más, mi instinto me dio la razón al oír a una de las cabronas niñatas decir:

"Visca Catalunya!"

Sí, eran catalanes.

Cuando se hartaron de alabar a su patria, decidieron que era mejor seguir jodiendo, por si lo echábamos de menos.

Mi padre y yo, ni cortos como ellos ni perezosos, les salpicamos a ellos, para no quedar mal, sobre todo.

Me parece que eso no les hizo mucha gracia.

Entonces, hice una cosa de la que me arrepiento una mierda.

Pensé en una cosa que les jodiera a los catalanes, en general. Podría gritar: "¡Viva España!", pero, honestamente, eso sonaba muy facha.

<<Ya está, ¿a qué se parece el catalán? Al francés. ¿Les gusta a los catalanes eso? No.>>

Le dije a mi padre que los niñatos cabrones eran catalanes.

"Aaaaah, catalanes, entonces..." -como que por ser catalanes es normal en ellos.

Yo no conozco a ningún catalán personalmente. No sé si son tacaños, o si desayunan pantumaca. Pero lonque sé es que odio los tópicos.

En Madrid, cuando se habla sobre los catalanes se dice lo siguiente:

"Bueno, es que es catalán."

"Bueno, es que los catalaneees..."

"Los catalanes siempre tienen que montarla".

Yo NUNCA he dicho nada en contra de ellos, pero estaba cabreada, y vi que eso podía molestarles. Si ellos lo hacían...¿por qué yo no podía?

Así que mi padre y yo empezamos a llamarles "franchutes". Sí, "franchutes" (xDDD). Y también nos burlamos de cómo hablaban. También les llamé gilipollas.

Sé que hacer eso no estuvo bien, pero me quedé muy a gusto.

A mí, mis padres cuando estaba en la playa, me enseñaron a pedir perdón si salpicaba a alguien, si sin querer le daba un balonazo, o si le echaba arena en la jeta.

Esos niñatos, que ya estaban creciditos, estaban solos y haciendo lo que les daba la puta gana.

Así que mi padre. mi hermano y yo nos fuimos a dónde estaban las "señoras".

Si alguna vez habéis ido a la playa, sabréis que las señoras mayores suelen quedarse en una zona que no les cubre, o bien porque no saben nadar, o bien porque ya están demasiado viejas como para hacerlo.

Los niñatos franchutes al parecer no quisieron compartir su arte con las señoras.

Como el agua estaba bastante limpia, fui a coger las gafas de bucear, al volver al agua, los niñatos me miraron, y me pareció que no les hizo mucha gracia que llevase gafas, y salieron de la playa, eso sí, sin dejar de mirar atrás, no sé muy bien por qué.

Entonces lo entendí: ¡querían despedirse de nosotros!

Y les despedí con el gesto favorito de los españoles:

                                Qué asco me da este hombre, madre mía xDDDD

¡Y eso es todo, amigos!