miércoles, 8 de septiembre de 2010

En la calle...

Cuando ando por la calle, suelo ir tranquila. Me gusta andar. Pasear. Caminar hacia ningún lugar. No ando despacio. De hecho, lo hago bastante rápido, sin quererlo.
A veces, al salir a la calle, no me gusta que haya Gente. Sobre todo la que se me queda mirando. No sé qué tengo de especial, no visto ropa que a la Gente le pueda parecer extraña. Además, soy fea (¿y si es por eso? :P)
Muchas personas me dicen que es porque la Gente tiene que mirar a algún sitio. Vale, eso no lo niego. Pero quedarse mirando a una persona más de cinco segundos (seguidos) me parece ridículo y de mal gusto. Soy así.
Eso no significa que yo no vaya mirando a la gente, por supuesto que sí. Pero soy más discreta.
Si una persona me llama la atención  (no me refiero a que me guste, ¿eh?) en el Metro, por ejemplo, la observo rápidamente y me aseguro de que no está atenta a mí, ni a nadie, sino abstraida. Entonces la observo minuciosamente, apartando la vista varias veces en el intento. Vale, es una manera muy poco fiable de comprobarlo, se puede dar cuenta en cualquier momento; de todas formas, por ahora nadie me ha devuelto la mirada, siempre las devuelvo yo.
Y después de mirarlas, ¿qué? Os preguntaréis...
Me invento su historia, su situación, por lo que están pasando ahora. En lo que están pensando en ese mismo momento...
Antes de decirme que estoy como una puta cabra enferma quiero dar las razones de por qué hago eso:

La primera, porque me aburro.

La segunda, porque es una especie de entrenamiento. Un entrenamiento de la imaginación. De mi imaginación.

En contadas ocasiones, encuentro a una persona a la que, por motivos que ni yo sé, la eligo para mis historias. Quizás porque se parecen a como yo las imaginé. Quizá porque simplemente, su historia, la mía, me gusta. Y encaja como un puzzle en el argumento.
Y ahí es donde veo yo la magia. La magia de las personas. Sólo unas pocas me inspiran. Pero esas pocas lo hacen de verdad.
La gente normal y corriente no haría eso. Cogerían como inspiración a alguien que ya conocen.
Yo pienso que si supiese la verdadera historia de alguien que me ha inspirado en el Metro (o en cualquier otro extraño lugar), ya no sería una "inspiración". Sólo una persona, que va hacia su destino, que no me transmite nada que contar.
Así que estate atento en el Metro, autobús, en la calle o en el coche. Porque quizás esté allí, creando tu historia.
(Inspirado en: http://elcerebelodeclaudia.blogspot.com/2010/09/imagina.html)

2 comentarios:

  1. Dior, me encanta el post *-* Comparado con este mi post que te ha servido de inspiración es una caca xD
    Me encanta lo de inventarse las historias de la gente del metro. Podrías postear alguna que recuerdes :)
    Un beso, y sigue con post así <3

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que te haya gustado, Clau ^^
    Sí, bueno. Postearé la próxima vez que vaya en el Metro. Es lo que tiene no tener memoria xDDD
    Un beso y bueno, lo intentaré :P

    ResponderEliminar

Comenta :D
Si me parece ofensivo el comentario hacia alguien...¡tu comentario desaparecerá por arte de magia! :O