Yo y el tema de cantar

Me encanta la música. Mejor dicho: amo la música. La vivo. Cuando me gusta una canción, la escucho una y otra vez. Entonces la vuelvo a escuchar meses después, y siento la misma sensación: alegría, nostalgia, angustia, perdida, histeria...
También canto. No canto como los ángeles (juas, ironía), pero creo que canto decente, o eso me han dicho, las pocas veces que me han escuchado. Eso no significa que nunca cante, ni hablar, pero canto mal, queriendo. Parecerá una estupidez, pero tiene una buena explicación.
De pequeñaja, me quedaba afónica a las de cambio. No era una niña gritona, pero con casi alzar la voz, ya me quedaba sin ella. Creo que influyo un poco en como soy ahora.
Tengo la voz más grave que las demás chicas que cantan bien, eso quiere decir, que suelo elegirme canciones cantadas por hombres, y si es una canción cantada, por por ejemplo, Mariah Carey, Celine Dion o alguna de esas seguramente tenga que esforzarme de verdad para llegar al tono. O simplemente no llegaría.
Ahora seguro que me estás imaginando con voz de tiarrón. Pues no la tengo. Mi voz normal al cantar es más o menos aguda. Pero si intento cantar muy alto, puede que lo consiga, pero me quedo con la garganta jodida.

Soy demasiado tímida, introvertida, también para cantar, claro está. Pero aún así, ya he cantado alguna que otra vez en el colegio. De hecho, canté sin música delante de cien personas en un dúo con una, desafortunadamente, ya ex-mejor amiga. Lo que cantamos no se puede llamar "canción", la letra era mía.
En el colegio al que voy hay un coro. Pero como que no me va, sobre todo por las canciones no son de mi estilo...PARA NADA.
Tampoco tiene nada que ver con el con el coro de Glee, una serie que recomiendo.

Por alguna razón desconocida, hace dos años, al profesor de música le dio por hacer un musical. No sé lo que harán en otros colegios o institutos, pero en mi colegio eso iba a ser lo más grande que hicieran...nunca.
En el musical los protagonistas iban a ser antiguos alumnos. Sí, algo extraño, pero esos alumnos estaban en grupos y cantaban bien. De todas maneras, necesitaban secundarios. El coro entraba directamente. Al parecer necesitaban más cantantes/actores, entonces hicieron un casting.
¿Qué cree el lector, que me presenté al casting?
¡Por supuesto que NO!
Tampoco fui a ver el musical, por alguna razón no compré la entrada.
El día del musical estaban montando el escenario. Lo sorprendente fue que era un ESCENARIO, de verdad.
La gente que vio el musical recalcó dos cosas sobre él:
1. Que estuvo genial.
2. El famoso futbolista que fue a verlo.
Este año también hicieron cástings para otro musical. Pensé seriamente en las posibilidades de que aceptasen a una chica no popular, fea y que tiene serios problemas para socializar con la gente. Era la vida real, no una serie como Glee. Y encima, sabía con antelación que mi voz no les haría mucha gracia.
Hasta soñé que cantaba en el casting la canción "Under Pressure". Bastante adecuada para la ocasión.
No, no me presenté. Pero luego al ver todo lo que pasó (no lo voy a contar porque es demasiado macabro hasta para mí) me alegré bastante de no participar.
El musical será si todo va bien muy pronto.
Iré a verlo, dice el profe que va a ser oscuro y melodramático. Pero a ver qué entiende él por eso.